Llevo tres días en Las Vegas y calculo que en este tiempo habré dormido un total de 14 horas. El jueves me metí en la cama a las 4 y me levanté antes de las 8…, ale, pa’ las mesas. Vamos, vamos, vamos, hay que jugar, ¡estoy en Las Vegas, maldita sea! Pensaréis que debo de andar hecho polvo, arrastrándome del cansancio, pero no es así. Me siento en plena forma. Estoy jugando bien, estoy ganando pasta y me encanta. El jet lag ni siquiera lo he notado.
Ahora son las 3 de la madrugada y me voy a dormir. A las 12 empiezo en el evento principal. Si a mi mujer le dan la acreditación de prensa que, con la ayuda de Juanzo, ha solicitado, y está de humor, publicará algunas entradas sobre mi actuación.
PS: ¿Recordáis lo que dije sobre Doyle Brunson? Bien, pues ayer estuve a punto de morir arrollado por su silla de ruedas.
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