Desde la última entrada he estado un mes y medio sin jugar. ¿Quéeeeeeeeeeee? ¿Un mes y medio sin jugaaaaaaaaaaaaaaaaar, Áleeeeeeeeeeeex? ¿Qué te ocurreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee? Jaja, no me ocurre nada, nada en absoluto. Simplemente me tomé unas vacaciones no planeadas. Creo que después de tres años jugando casi a diario me las merecía, ¿o no?, ¿o no?
Bueno, en realidad, durante este mes y medio he jugado un poco. Ya sabéis, por diversión. Siete u ocho torneos multimesa, cuatro torneos heads-up, unas trescientas manos de Razz, unas cincuenta de PL Omaha, algunas horas de NL Hold’em… Uno no puede mantenerse completamente apartado del poker.
En fin, quería deciros que he estado de vacaciones (aunque sólo sea por la posibilidad remota de que a alguien le dé envidia, jeje). Hace un par de días regresé a la acción, lo cual no son buenas noticias para mis oponentes.